viernes, 8 de enero de 2016

EL OMBLIGO DE LA LUNA; MEXICO. DF


No estaba en mis planes conocer fascinante ciudad y este mágico país, México, o el "ombligo de la luna", en la lengua náhualt; sin embargo, una larga escala en mi vuelo camino a Europa me permitió conocer un poco de este cálido país y de esta gigante ciudad, en la que habitan un poco más de 20 millones de personas, y que es considerada como una de las 3 ciudades más pobladas del mundo según la ONU; sin embargo, esta es la ciudad más grande del continente americano, y la ciudad hispanohablante más grande de la tierra, al igual que la más poblada a una altura considerable, esta ciudad que se encuentra en la alta meseta del centro del país, con una altitud media de 2240 metros. Por casualidad llegue el día en el que México celebra su independencia desde el 16 de septiembre de 1810, lo cual se podía observar en todas sus calles adornadas con su tricolor y sus desfiles militares que le daban un aire diferente a la ciudad. Según cuenta la historia, Miguel Hidalgo convocó de alguna manera a los habitantes de Dolores y zonas aledañas, a quienes dirigió una arenga para que se sumaran a la rebelión, con lo que se formó el primer contingente que se alzó en armas contra las autoridades españolas.



Por varios minutos y debido al trafico aéreo que esta megalopolis presenta, debimos realizar varias maniobras a lo largo de la ciudad, lo que me permitió conocer la inmensidad de este territorio. Al llegar al aeropuerto, que por cierto queda dentro de la ciudad; puedes tomar un metro hacia el centro histórico, lleno de plazas, calles y edificios que cuentan una historia de casi 700 años, el cual es Patrimonio de la Humanidad por su valor universal excepcional; Basta con mencionar algunos de sus mágicos lugares, como el Templo Mayor de México Tenochtitlan, la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte, entre muchos otros. Su huella no solo es arquitectónica, sino también esta presente en su riqueza cultural y social, como se puede observar en su calles, en sus mercados, en sus festividades, en sus obras artísticas, en su gastronomía y en cada detalle de su vida cotidiana.



Luego de caminar un poco hacia el norte del centro histórico, llegamos al barrio de la Lagunilla, donde se encuentra la plaza de garibaldi, nombre que se le dio en honor al nieto de Giuseppe Garibaldi, Jose "Peppino" Garibaldi, quien combatió en 1911 durante la Revolución Mexicana. Esta plaza es famosa por la gran cantidad de grupos de mariachis, grupos norteños y trios de música veracruzana, que ahí se reúnen, vestidos con sus atuendos típicos y equipados con sus sonoros instrumentos musicales; a la espera que algún transeute quiera pagar por sus servicios, algún enamorado, despechado, alguien que quiera amenizar una fiesta o simplemente alguien que busque un poco de diversión en sus letras.  Esta plaza esta rodeada por algunas vecindades, que en su momento formaron parte de la vida cotidiana, de las cuales hoy solo quedan unas cuantas, las demás ahora son bares, salones de baile y cantinas. También se puede visitar el mercado de san camilito, el cual es es uno de los más visitados por cientos de turistas nacionales e internacionales, la gran variedad de gastronomía.

Es una ciudad bastante viva, y la mejor forma de conocerla es adentrándose a su vida diaria, recorrer sus calles, escuchar sus historias, entrar a sus mercados, probar su exquisita gastronomía tan presente en esta cultura; no puede faltar en cada esquina un taquito, una tostada, una quesadilla, una enchilada, y mil delicias más, pues aquí la comida se hace y se come en la calle. Esta es una ciudad marcada por grandes contrastes, donde puedes encontrar desde los más lujosos barrios, hasta los más indignantes asentamientos, lo que ha generado grandes problemáticas sociales y medioambientales; sin embargo, el Mexicano siempre encuentra el camino más creativo para llegar a fin de mes con algunos recursos para solventar su subsistencia, desde las formas más graciosas para vender sus productos de forma informal, hasta ofrecer sus servicios en frente tras un cartel donde anuncias sus competencias.


Definitivamente, es una ciudad que vale la pena conocer,  espero regresar con suficiente tiempo para conocer más a fondo esta maravillosa cultura. Y como dijo el historiador Serge Gruzinski, una monumental y excepcional ciudad compuesta por muchas ciudades superpuestas. 

Finalmente, les comparto este video, donde pueden ver un poco de su vida cotidiana. 



Y hasta hubo tiempo de sentirse en casa, jejeje







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