miércoles, 30 de noviembre de 2022

EL COMIENZO DE UN VIAJE CON MUCHO SENTIDO Y PURA VIDA

Suena la alarma e instantáneamente mis ojos se abren, aún está oscuro y frío, y mi mente no razona bien. Lentamente me incorporo de mi cama y me tomo un café y un rápido baño, termino de empacar todo, de elegir qué libro llevar. Así que agarro mis pesadas maletas, mi espalda extrañamente me venía doliendo desde el día anterior, abren las puertas del ascensor y aquí comienza esta aventura. Mis primeros pasos cuesta arriba  con mis maletas al hombro literalmente me quitan la respiración, muy agitado me subo al Uber, y mi viaje mental también comenzaría. Cierro mis ojos intentando calmar mi mente, y por un momento funciona, entregó las maletas, cruzo migración, sellan mi pasaporte y pronto me encuentro sentado en la sala de espera, con los nervios un poco descontrolados, así que sacó el librito que precisamente llevaba para esta ocasión, y justo leo esta frase:


“Cuando somos sensibles, cuando nuestros poros no están cubiertos de las implacables capas, la cercanía con al presencia humana nos sacude, nos alienta, comprendemos que es el otro el que siempre nos salva”




Las llantas comienzan a acelerar rápidamente y de un fuerte tirón ya estamos volando, serían un par de vuelos tranquilos, con una vista maravillosa.



Y es esa presencia humana la que siempre estuvo presente durante todo el viaje, por ejemplo el bonito encuentro que tuve con Lina justo en la fila de migración en la entrada a Costa Rica. Gracias a este encuentro tendría un gran día, puesto que nos recogería Priscila, una de las compañeras ticas, quien con su esposo nos llevarían a cambiar dólares en un banco, y que muy amablemente nos llevaría a su casa, inicialmente nos recibieron con una cerveza fría, y luego una deliciosa comida caserita, arroz, frijoles, pollo, ensaladita. Estuvimos en su casa un buen rato, conversando con su familia, escuchando sus historias.


Como hablamos tanto del Volcán Poás que está muy cercano, resultamos yendo hasta la entrada, el camino son unos 20 kilómetros en una hermosa carretera, muy similar a Santa Elena, entre montañas muy verdes y con una nubosidad tremenda. Este volcán está activo y posee uno de los cráteres más grandes del mundo, y que está ubicado en los bosques montañosos de la Cordillera Volcánica Central, por lo que hace gala de magníficos paisajes naturales. Infortunadamente ya estaba cerrado y no pudimos entrar. 


De regreso resultamos parando en un lugar mágico, el café muy tranquilo, todo fue un descubrimiento incluso para ellos, pues la idea era parar allí a comprar souvenirs, pero resulta que ya era un café, con una ambientación pop art, con pinturas de muchos comics, todos pintados por el dueño. Tomamos un café gigante, pero muy delicioso, con pancito relleno. De hecho, actualmente, Costa Rica está clasificado como uno de los mayores exportadores de granos de café premium en el mundo, debido a sus ricos suelos volcánicos, un clima muy propicio para su desarrollo, y por supuesto su métodos de cosecha y tostado. Así que este es uno de los principales productos de exportación, detrás de los dispositivos médicos.  


Este fue un día lleno de Pura Vida, como dicen ellos constantemente y como vi en muchas partes de este tranquilo país. La expresión podría haber surgido de una película mexicana así titulada estrenada en 1956, donde el actor llamado Antonio Espino y Mora interpretaba a lo largo del film la ya tan recurrente Pura Vida, y de donde los costarricenses habrían tomado su lema. Es un bonito lema, para vivir más tranquilamente. Fue muy gratificante volver a saludar de nuevo a los compañeros iberoamericanos.

Este será el comienzo de un viaje con mucho sentido y pura vida, del cual les estaré contando en próximas entradas.