miércoles, 25 de mayo de 2016

ESTAMBUL, UNA CIUDAD ENTRE DOS MUNDOS

Tres meses habían pasado desde que cruce la puerta del aeropuerto de mi ciudad natal y desde que llegue por primera vez a Europa, 90 días llenos de maravillosas aventuras a lo largo de innumerables países, en los cuales visite y conocí gente increíble; sin embargo, a pesar de querer seguir conociendo mucho más estas hermosas tierras, debía salir de la unión europea y  encontrar un lugar donde descansar un poco y donde disfrutar de mi primer invierno; así comienza mi aventura desde que aterrice en tierras turcas por primera vez en mi vida, a la cual pensaba llegar por un par de días, pero con el paso de los días mi estancia en Estambul se fue alargando. en esta primera parte describiré los lugares más turísticos, pero que no dejan de maravillar a quien los visita, debido a que es una ciudad cargada de una milenaria historia. 


Una de las primeras visitas que se pueden realizar, es a esa majestuosa torre que sobresale desde lejos y que cuenta con un poco más de 60 metros de altura, la torre de Gálata, o como inicialmente se llamaba Christea Turris (la torre de cristo), que fue construida por los Genoveses en 1348, sin embargo se dice que desde el año 528, existía allí un faro de madera. A lo largo de la historia ha servido como punto estratégico desde el cual se puede observar gran parte de Estambul; sin embargo solo desde 1960 fue reformada en su interior y fue abierta al publico, donde se puede disfrutar de una de las más magníficas vistas de Estambul y el Bósforo. Resulta curioso el espesor de sus muros, que en su base llega hasta 3,7 metros y en la parte superior a solo 20 cm.

Desde aquí, se puede realizar un confortable descenso hasta Karakoy, donde se puede disfrutar de un agradable paseo por el puerto y cruzar el cuerno de oro a través del inmenso puente de Galata de unos 490 metros de longitud y llegar a la zona antigua de Estambul, esta maravilla de la arquitectura, es bastante nueva y data de 1994; sin embargo, antes de este puente basculante han existido otras 4 versiones anteriores, desde 1845, incluido uno construido especialmente a la llegada de Napoleón tercero. Actualmente se integra tanto múltiples vías para el paso de automoviles, un paso para el tramway y un par de calzadas peatonales para disfrutar de una plácida caminata, y también numerosas personas aprovechan para obtener uno que otro pescado, finalmente resalta en el nivel inferior del puente el bulevar de restaurantes, donde podrás degustar de un delicioso y fresco pescado, o una rica comida turca, al lado de un bonito paisaje marino.

Una pequeña caminata siguiendo el tramway moderno te lleva a la entrada de el Palacio de Topkapi, construido por el sultán y conquistador de Constantinopla, Mehmet II; un lugar lleno de magia y quizás uno de los mayores símbolos del poder otomano durante 500 años, el cual fue la morada oficial de los sultanes por más de 400 años, hasta que se mudaron al palacio Dolmanabahçe. El palacio Topkapi, ubicado en lo alto de una colina de la ciudad antigua, le daba una especial vista y control de la ciudad, este se encuentra dividido básicamente en dos zonas, una zona publica y una zona privada, donde estaba el Harem. En la primera zona se encuentran actualmente 3 salas con solo unos pocos tesoros disponibles a la vista del publico, ente ellos se encuentra el Gran Diamante, la daga imperial (El arma más costosa del mundo) y una colección especial de Esmeraldas; adicionalmente algunas Santas Reliquias Musulmanas. La segunda zona, el Harem, que en árabe significa prohibido, era la zona donde podían estar solamente el sultán, sus hijos, el jefe de los eunucos, el cual era el jefe del ejercito personal, que principalmente eran esclavos capturados de pueblos caucasicos de Georgia y armenia, y negros de sudan, a los cuales les amputaban los genitales; la madre del sultán, sus esposas (había una esposa principal y otras 4 más), concubinas y sirvientas, las cuales rondaban entre 500 y 800 mujeres esclavas, hermosas e inteligentes, capturadas en las diversas guerras, principalmente de los Balcanes. 


Al salir del palacio y después de unos cuantos metros nos topamos justo con la Santa Sofia (Ayasofya), una de las obras maestras del arte bizantino, que se encuentra en pie desde el año 532, funciono como Iglesia durante casi mil años; hasta el 1453, cuando fue tomada por el imperio Otomano y convertida en Mezquita; y desde 1935 fue convertida en museo hasta la actualidad. Es uno de los principales símbolos de la ciudad, la cual se encuentra emplazada en la parte más alta, al exterior se pueden observar sus cúpulas coloridas rodeadas por los 4 minaretes construidos por el imperio otomano; al interior se puede observar una fuerte mezcla de ambas religiones, al entrar nos encontramos los gigantes medallones decorativos, con inscripciones árabes del corán, y también se pueden observar diversos mosaicos católicos en la segunda planta, entre ellos se puede al emperador Constantino y la emperatriz adorando a Jesús.





Y para finalizar esta entrada, nos referiremos a la Mezquita Azul, que le debe su nombre a la inmensa cantidad de azulejos que la adornan, más de 20000 unidades traídos directamente desde Iznik, y cuyo nombre real es Sultanahmed Camii, que fue construida justo al frente de la Santa Sofia, por el Sultán Ahmed en 1617, y que la iguala en belleza y majestuosidad; esta hermosa mezquita cuenta desde el inicio con 6 minaretes, lo cual genero muchas disputas con la Meca, la cual también contaba con el mismo numero, lo que llevo a la construcción de uno adicional en esta ultima para marcar la diferencia, y cuyos costes debieron ser asumidos por el sultán.  Dentro de la sala de oraciones encontramos todos los elementos tradicionales de las mezquitas, como en minhrab y el minbar (el púlpito donde se sitúa el imán para hacer el sermón de los viernes). Este templo, se encuentra abierto y puede ser visitado por no musulmanes, excepto en los horarios de oración. La entrada principal nos lleva primero a un maravilloso patio central, y posteriormente a la plaza del hipódromo, que existió durante la época bizantina, y el cual durante mi visita fue tristemente teñido por sangre de 10 inocentes víctimas mortales y más de 15 heridos, en su mayoría turistas alemanes; luego de una fuerte explosión, producto de un atentado suicida perpetrado por el Daesh.



"Según el tiempo que haga, Estambul se convierte a veces en óleo, otras en acuarela, a veces en pastel, a veces en carboncillo."
 

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