lunes, 30 de noviembre de 2015

75 RAZONES PARA VOLVER A ESCRIBIR:

Atardecer en Santorini, Grecia
Justo hoy se cumplen dos meses y medio desde que comencé esta gran travesía, tiempo en el que deje ese pequeño pedazo de tierra encerrado entre hermosas montañas que aun sigo llamando hogar y que en muchos momentos lo recuerdo con cierta nostalgia; y es que quien diría que ya son 75 días que han traído un sinfín de buenas experiencias, de grandes amigos, de lugares maravillosos, de olores exquisitos, de comidas deliciosas, de paisajes inolvidables; pero a la vez de grandes momentos de soledad, de equivocaciones desastrosas, de decisiones mal tomadas, que a la larga se pagan con tiempo, dinero y muchas veces con gran tristeza; y es que ese es el precio que se paga, primero por dejar tu zona de confort y segundo por embarcar solitario en la conquista de tal empresa.

Hoy por fin he decido a darme un pequeño espacio y comenzar a escribir de nuevo. Es cierto que cuando viajas, tienes mucho tiempo para pensar y escribir cada cosa de tu vida por trivial que esta parezca; sin embargo, en general esos pensamientos e ideas son desordenadas y se mezclan con el día a día del viaje, que siempre está lleno de grandes y pequeñas decisiones que van consumiendo tu tiempo, donde vas a dormir? que vas a comer?, donde vas a ir?, cual es el camino?, a quién voy a conocer?. Es por eso que hoy he decidió bajarle un poco el pie al acelerador y comenzar a mirar atrás el sendero recorrido y a empezar a divisar el camino que continuaré tomando.
Porto, Portugal

Muchos me preguntan si estoy feliz o si me arrepiento de haber viajado?; y mi respuesta definitivamente es que no me arrepiento de haber venido, así muchos momentos me sienta confundido, solitario, triste y quiera regresar, ya que hay una gran diferencia entre un pequeño viaje de vacaciones, donde todo parece profundamente feliz; y una gran travesía sin fecha de regreso. Sin embargo, ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida, ya que aparte de estar a miles de kilómetros sorprendiéndome a cada instante, por sabores que nunca habías probado, por olores que nunca habías percibido, por paisajes inimaginables, por ciudades mágicas, por construcciones majestuosas, por lugares cargados de historia; y que a pesar de tantas diferencias, el mundo está lleno de personas maravillosas, dispuestas a regalarte una sonrisa, a ayudarte en algo así no te entiendan o no les entiendas una sola palabra; también aprendes a sorprenderte por ese mundo que llevas dentro de ti, ese que es tan pequeño o tan grande de acuerdo a como lo concibamos; aprendes a tomar tus propias decisiones y a confiar en tí mismo; y eso para mí ha sido una ganancia, que solo la puedes obtener caminando por el mundo.

Todo comenzó esa mañana de Septiembre cuando el avión tomó impulso para despegar, pues en ese instante ya tenía muy claro que no había vuelta atrás, y que este sueño ya estaba volviéndose realidad poco a poco. El avión comenzaba a acelerar y a la par mi vida comenzaba a tomar otro rumbo y otra velocidad. Nunca me han gustado los vuelos, no por miedo a los aviones, sino porque siempre están cargados de sensaciones muy fuertes, como lo fue en esta ocasión en el vuelo de partida, lleno de grandes alegrías, un montón de miedos y unas expectativas gigantescas. Sensaciones que con el paso del tiempo se fueron aclarando, miedos que se han ido afrontando con gran valentía, y expectativas que en muchas ocasiones han sido llenadas, y en otros momentos se van cambiando por otras con los días y las situaciones.

Pescadores en Sorrento, Italia
Y es que no es la primera vez que viajo por largo tiempo, pero si es la primera vez que lo hago en un momento de coyuntura en mi vida, tal vez uno de los momentos más complejos, lleno de grandes cambios y de dilemas; y lo más seguro es que no encuentre la respuesta mágica en el camino, y tampoco la espero;  muchas de esas cuestiones cuando vuelva ya no tendrán tanta relevancia como la tuvieron en cierto tiempo. 

Que quiero continuar haciendo y siendo el resto de mi vida?, son preguntas que continuamente pasan por la mente. Podría haber continuado con una carrera "exitosa" y ver pasar la vida desde la comodidad del sillón,  para algunos esta será su forma de transitar por el mundo, lo cual no esta mal, pero para mi no lo fue; y cada día tengo menos certera que continuare haciendo cuando ya decida parar,  lo que si tengo claro es que este viaje me esta permitiendo conocer el mundo y quienes lo habitan,  derrumbar muchos paradigmas que tenemos de los países; mucho más ahora en estos tiempos en el que el mundo esta sumido en una profunda crisis. Quizás al entender un poco mejor el mundo, me permita encontrar el lugar más adecuado dentro de el. 
Mis amigos en Roma
Por ahora seguiré leyendo y conociendo en vivo y en directo la historia del mundo; esa que ocurre en cada esquina, en cada parada del metro o del bus, en cada sonrisa, en cada palabra de un lenguaje desconocido para ti, en cada plato que pruebas por primera vez, en cada decisión tomada, en cada sueño cumplido, en cada puesta de sol, en cada cafe que tomas... Pues al fin y al cabo quien no conoce la historia, esta condenado a no vivirla.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta pagina. Un cordial saludo